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Marisa Mediavilla, fundadora de la Biblioteca de Mujeres de Madrid.
¡Empezamos el 2016 ilusionadas!
Con un logo nuevo y con una entrevista a una mujer que ha sido y es un referente para las investigadoras que rescatan la memoria de mujeres olvidadas en la historia de España, tal y como en su momento nos indicó la investigadora Mª Teresa Rodríguez de Castro durante la redacción del libro «La conspiración de las lectoras» junto con el filósofo José Antonio Marina, a quien prestó una valiosa ayuda.
Se trata de Marisa Mediavilla, fundadora de la Biblioteca de Mujeres de Madrid, una biblioteca especializada en la historia de las mujeres en España, que ha sido mayoritariamente silenciada e invisibilizada. Tal y como nos explica en la entrevista que mostramos a continuación, nos atrevemos a afirmar que su tarea es esencial, ya que Marisa como bibliotecaria, documentalista y feminista, aporta información muy valiosa para seguir tirando del hilo de historias sobre mujeres, ya muy lejanas a causa del tiempo o del olvido, pero que construyen nuestra propia genealogía.
Desde aquí sólo tenemos palabras de agradecimiento para Marisa, por tener la generosidad de dedicarnos su tiempo para realizar la entrevista y por aportarnos documentación de gran valor.

Portada de la revista feminista en pro de la igualdad entre sexos «Redención» , publicada en Valencia en el año 1922.
Creemos que Lyceum Club Femenino no podía dejar de visibilizar una herramienta como la Biblioteca de Mujeres y a cuantas mujeres que están ahí detrás para darle vida y ayudar a que nuestra historia sea rescatada y revalorizada. ¡Gracias a todas ellas!
1- ¿Cómo nació la Biblioteca de Mujeres de Madrid? ¿Qué mujeres destacarías en su fundación? Y, por último, ¿cómo llegaste a ser una de sus impulsoras?
La idea de crear esta Biblioteca surgió en 1985 porque confluyeron tres circunstancias:
En primer lugar, a finales de los años 70 y 80, yo compraba lo que se iba publicando sobre mujeres, pero llegó un momento en que me pareció mejor compartirlos.
Por otra parte, la bibliografía sobre los diferentes temas que debatíamos en el Movimiento Feminista de esos años, estaba muy dispersa y era difícil de localizar, sobre todo, porque no existía en las bibliotecas públicas ni universitarias, lo que me hizo comprender la necesidad de crear la Biblioteca de Mujeres.
Y, finalmente, por mi profesión, pues soy bibliotecaria-documentalista.
Poco tiempo después se unió Lola Robles, filóloga y escritora, y muchas colaboradoras sin las cuales la BdM no hubiese podido salir adelante, especialmente la web MujerPalabra que nos cobija desde hace muchos años.
La Biblioteca de Mujeres es una biblioteca especializada creada con la finalidad de reunir, organizar, conservar y difundir el mayor número de documentos de y sobre las mujeres, especialmente lo referente a la historia de las mujeres en España, y también para conservar documentos que otras bibliotecas no consideraron ni consideran necesario guardar, como los generados por el movimiento feminista y grupos de mujeres, ya que las llamadas bibliotecas de conservación apenas lo han hecho, como puede comprobarse en sus catálogos y archivos.
Desde su creación en 1994, pertenece a la Red de Centros de Documentación y Bibliotecas de Mujeres
2- ¿El hecho de que exista una Biblioteca de Mujeres significa que la Biblioteca Nacional, como todas las instituciones heteropatriarcales, ha silenciado de algún modo la voz y la memoria de las mujeres?
Por desgracia es así y sigue siéndolo, dándose la incongruencia de que la mayoría del funcionariado que la dirige y trabaja en ella son mujeres; resulta muy difícil despojarnos de los estereotipos aprendidos.
3- Para hacer un ejercicio de memoria histórica, ¿qué destacarías de la actividad bibliotecaria de la Segunda República? ¿Qué importancia tuvo para la sociedad española del momento?
Al considerar la educación como pilar fundamental para cambiar la sociedad, la creación de bibliotecas públicas era algo inevitable. El Patronato de Misiones Pedagógicas y la Junta de Intercambio y Adquisiciones de Libros para bibliotecas públicas (JIAL) fueron los organismos encargados de llevar a cabo su política bibliotecaria. Hubo muchas bibliotecarias republicanas depuradas, pero al menos quiero citar a una, a María Moliner Ruiz bibliotecaria delegada de Misiones Pedagógicas en Valencia, y que en 1939 publicó el magnífico “Proyecto de Bases de un Plan de organización general de Bibliotecas del Estado”.
4- ¿Qué destacarías de instituciones que nacieron en el primer tercio del s. XX como el Lyceum Club Femenino de Madrid o la Residencia de Señoritas, de la que se cumple este año su centenario?
Cuando me enteré de su existencia (no hace tantos años) me parecía imposible que hubiesen existido en los años 20 y 30 mujeres tan valientes como para enfrentarse a toda la sociedad. Fueron un faro para tantas mujeres anónimas y desconocidas en esos momentos, y un eslabón muy grande en la cadena interrumpida de nuestra historia.
5- ¿Conoces qué destino tuvieron la biblioteca y los archivos de sendas instituciones? ¿Dónde se encuentran sus fondos actualmente?
Poco se sabe de la biblioteca del Lyceum Club: … De la sección de literatura y de la biblioteca se ocuparon María Lejárraga y María Martos… María Martos informa al periodista Luis E. de Aldecoa en (La Estampa, 5-junio-1929) que tiene más de 3000 libros.
En 1939, fue confiscado por la Falange y la Sección Femenina lo convirtió en el Club Medina.
La biblioteca de la Residencia de Señoritas, 1915-1939, existió desde sus orígenes. Victoria Kent cuenta “Teníamos una buena biblioteca, yo estaba encargada de ella, presentaba a nuestra directora la lista de nuevas adquisiciones y ella aprobaba o, en algunos casos, eliminaba alguna que otra obra”.
En 1922-1923, la Biblioteca poseía 4000 libros, “cuidadosamente seleccionados”… (Carmen de Zulueta y Alicia Moreno).
En 1928 se fusiona con la biblioteca del Instituto Internacional con sede en Miguel Ángel 8, aportando 7000 libros cada parte, reuniendo 14000 volúmenes, un fondo mayor que el de la biblioteca de la Residencia de Estudiantes.
En 1939-1940 sus locales y pertenencias pasaron al Colegio Mayor Teresa de Cepeda, dirigido por la falangista Matilde Marquina García. La colección de la biblioteca se separa, y el fondo de la Residencia de Señoritas pasa al Colegio Mayor.
En 1982 el C. M. Santa Teresa se trasladó a la Ciudad Universitaria, siendo cedidos sus locales a la Fundación Ortega y Gasset.
En 2014 dicho fondo ha pasado a la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense juntamente con el de la Residencia de Estudiantes que estaba en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros. En estos momentos se están catalogando pudiendo consultarse (los ya procesados) en su catálogo.
Su archivo, como cuenta la catedrática Rosa Mª Capel Martínez, en los años 80, el profesor Vicente Cacho Viu vinculado a la Fundación Ortega y Gasset y experto en la ILE, rescató los armarios y ficheros de la Residencia de Señoritas abandonados en una esquina del jardín para ser retirados como material inservible. Ella misma asumió la dirección de su inventario y documentación, material que abarca las más diversas facetas de la vida de la Residencia y de las residentes.
Este importantísimo archivo para la historia de la educación de las mujeres en España se custodia hoy en la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, c/ Fortuny, 53. La mayor parte del archivo ya está digitalizado y puede consultarse en la Fundación.
6- ¿Qué mujer del período de la Segunda República te merece más admiración? ¿Por qué?
Son muchas por las que siento admiración pero si tengo que decidirme por una, me decanto por Clara Campoamor. Su lucha para conseguir el derecho a votar para todas las mujeres me parece heroica. A veces paso por la plaza del Conde Duque, donde está su busto, y la saludo. Su presencia me reconforta.
7- ¿Qué te ha aportado a nivel personal tu experiencia profesional en la Biblioteca de Mujeres?
Todas las tareas propias de una biblioteca me gustan, pero la más importante de todas es la relación con las usuarias. Al buscar sobre el tema que investigan, muchas veces te dan una información que desconoces. Este intercambio de información es un aprendizaje constante que, a su vez, trasmites a quien venga a pedir información después. Con la información recibida no solo aprendes sino que también se va modelando los fines y objetivos de la BdM.
8- Y ya para acabar. En el portal de la Biblioteca de Mujeres del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO) se menciona tu feminismo. ¿Qué aspectos crees que debe abordar el movimiento feminista de este país con más urgencia?
No hay recetas mágicas. A mí lo que me sirve es intentar ser lo más honesta conmigo misma, cosa nada fácil, y ponerme las gafas violeta, al menos, en algún momento de día.